Ciencia y Tecnología: Cómo estamos
Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación para la Competitividad y
el Desarrollo Humano 2006-2021
(Síntesis parcial del D.S. 001-2006-ED publicado en El Peruano el 22 de enero 2006)
Antecedentes
Documento preparado por el Concytec, en el marco de la Ley 28303 de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica, que formula el Plan Nacional (PNCTI) de largo plazo.
El reto central que se propone es poner la ciencia y la tecnología al servicio de los objetivos del desarrollo peruano.
Se considera un documento abierto y en constante construcción, en el marco legal nacional e internacional. Sostiene que el Plan es transversal a los ámbitos social, económico, político, cultural y ambiental en el Perú. Se vincula con el proceso de planificación nacional y regional, a cargo del CEPLAN y los gobiernos regionales.
El marco político de este Plan está en el Acuerdo Nacional (Acuerdo 20), la ley marco del CTI, el proceso de descentralización, el plan nacional de competitividad y los planes de los gobierno regionales.
Contexto internacional
El proceso de globalización de la economía y el comercio internacionales tienen profundas implicancias en la ciencia y la tecnología, la cultura y el medio ambiente. La generación y el uso intensivo de la información y el conocimiento son determinantes en este proceso.
La actividad económica mundial se caracteriza por una creciente y acelerada incorporación del conocimiento en la producción de bienes y servicios, trasladando valor hacia sus componentes intangibles donde radica crecientemente la productividad y la competitividad de los países. Las economías nacionales ganarán dinamismo sólo en la medida en que consoliden sus sistemas de innovación. En el Perú como en la mayoría de países de América Latina, este proceso es todavía muy lento.
En esta interrelación entre conocimiento y economía, las empresas transnacionales han alcanzado preponderancia por su alta capacidad de innovación y por la estructuración de redes de producción y comercio mundiales. Su caudal de inversiones es gravitante en las economías de nuestros países, pero existe el riesgo de que continúen invirtiendo sin fortalecer los sistemas nacionales de innovación. En América Latina algunos países realizan alianzas ventajosas con empresas transnacionales con el fin de lograr un mejor posicionamiento en los mercados de mediana y alta tecnología.
Pero la globalización también implica el riesgo de acentuar las brechas económicas y sociales entre países y en el interior de ellos. Los países que tienen mayores posibilidades son los que han decidido desarrollar su ciencia y tecnología para asegurar el crecimiento económico y el bienestar social.
Contexto nacional CTI y economía
Entre el 2002 y el 2005, en el Perú se ha producido una mejora en los principales indicadores macroeconómicos, sin que la mayor parte de la población se vea favorecida en su situación económica.
Esto es porque la estructura productiva peruana no ha desarrollado lo suficiente ni está en condiciones de satisfacer la creciente demanda de empleo, ni requiere que los trabajadores tengan capacidades técnicas avanzadas. De allí las bajas remuneraciones y la precariedad de las condiciones laborales.
La heterogeneidad tecnológica y una débil articulación caracterizan al aparato productivo. Aunque existen algunas empresas con elevada productividad, la mayoría son poco eficientes y con reducida capacidad de innovación para aprovechar las ventajas del cambio tecnológico y las oportunidades del comercio global, por su baja competitividad.
CTI, sociedad y cultura
En el 2005 el Perú tiene 28 millones de habitantes, de los cuales el 72 por ciento reside en áreas urbanas y el 28 por ciento en áreas rurales. Esta población está fuertemente centralizada en Lima donde habita el 32 por ciento de la población y se produce el 45 por ciento del PBI.
La pobreza afecta a 14 millones de personas, de las cuales 6 millones vive en extrema pobreza. Hay severas desigualdades. El 20 por ciento más rico de la población obtuvo el 48 por ciento del ingreso nacional, mientras que el 20 por ciento más pobre sólo tuvo el 6 por ciento del ingreso.
Esta población pobre no tiene acceso a los beneficios del progreso científico y tecnológico para satisfacer sus necesidades de alimentación, salud y educación; tampoco de recreación y comunicación.
La educación básica se encuentra en los niveles más bajos de Latinoamérica. El saber tradicional, compatible con el conocimiento moderno, ha mantenido su vigencia e integración con la realidad local, pero las tecnologías tradicionales están siendo revaloradas en el de los enfoques multiculturales y se encuentran amenazadas de perderse o debilitarse por insuficientes mecanismos de protección de la propiedad intelectual colectiva de las comunidades nativas.
La CTI nacional
En el año 2005 el Perú ocupa la posición 75 en la Medición Internacional del Índice Tecnológico (realizada por el Foro Económico Mundial) habiendo descendido cuatro posiciones respecto al 2004.
Según un estudio de Indecopi, la balanza internacional del conocimiento en el 2004 fue deficitaria para el Perú en 427 millones de dólares por concepto de intercambio de bienes con mediano y alto contenido tecnológico. Y de 539 millones de dólares por concepto de servicios intensivos en tecnología, lo que revela que una parte significativa de la demanda nacional financia el desarrollo del conocimiento de otros países.
Institucionalidad
Concluida la discusión del Acuerdo Nacional el año 2002, el Concytec ha reunido y elaborado la información necesaria, los conceptos fundamentales para formular el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (PNCTI). Desde el 2004, según la Ley 28303 fue creado el Sistema Nacional de CTI (SINACYT), que debe incorporar progresivamente a las instituciones públicas y privadas del país, mediante programas de CTI con proyecciones de corto, mediano y largo plazo. La formación de redes e instancias regionales es aún débil, debido al incipiente grado de regionalización y vinculación entre instituciones de CTI, así como por su escaso financiamiento estatal y privado. La mayor parte de las capacidades de Investigación y Desarrollo (ID) se encuentra en Lima.
La actual inversión en ID en el Perú sólo alcanza el 0.1 por ciento del PBI, menos de la tercera parte del que fue en 1975. Con esto el Perú ocupa uno de los últimos lugares en América Latina. De esta inversión el Estado financia el 55 por ciento, del cual las tres quintas partes se concentran en Lima y Callao.
Estimados al 2005 indican que la inversión en ID nacional se habría elevado a US$ 64. 6 millones y la participación de las universidades se habría incrementado a 48.5 por ciento y la de las instituciones públicas no universitarias se habría reducido a 28 por ciento, mientras que las ONGs y los centros privados de formación técnica cubrirían el 12.4 por ciento y las empresas el 10.7 por ciento del total.
Capacidades humanas
De acuerdo con publicaciones científicas internacionales indexadas, un número no mayor de mil son los investigadores peruanos activos y calificados internacionalmente, con títulos de doctor en todos los campos de la ciencia y tecnología, tanto en el país como en el extranjero. Un 40 por ciento de ellos trabaja en el exterior y muchos lideran investigaciones en países desarrollados.
Sin embargo, el conjunto de recursos humanos en ciencia y tecnología integrado por todos los profesionales y técnicos de ciencias naturales y exactas e ingeniería y tecnología, independientemente de la actividad que realizan, asciende a 119 407 profesionales universitarios titulados y 117 003 técnicos de formación superior no universitaria, que en conjunto corresponden al 24 por ciento del total de los recursos humanos nacionales con formación superior.
En las universidades peruanas se ofrecen 541 programas de maestría y 55 de doctorado, de los cuales el 32.34 por ciento y 16.36 por ciento, respectivamente, corresponden a especialidades de ciencia y tecnología. De estos postgrados son muy pocos los que tienen calidad académica internacional. Muestra de ello es que sólo un 10 por ciento de sus estudiantes logra sustentar una tesis de grado. Sólo existe un programa universitario que forma especialistas en gestión de la ciencia y tecnología.
Infraestructura
En el año 2002 el Perú disponía de 1 232 laboratorios, 384 bibliotecas, 41 plantas piloto y 100 estaciones experimentales para actividades científico tecnológicas en universidades e institutos superiores. Con algunas importantes excepciones, la mayoría no cuenta con instalaciones completas (aire comprimido, alta tensión, generación de vacío, gas, nitrógeno líquido), para experimentación y pruebas.
El marco legal para el desarrollo de la infraestructura de laboratorios y talleres para la ciencia y tecnología es aún insuficiente para favorecer las donaciones y compras de equipamiento importado.
el Desarrollo Humano 2006-2021
(Síntesis parcial del D.S. 001-2006-ED publicado en El Peruano el 22 de enero 2006)
Antecedentes
Documento preparado por el Concytec, en el marco de la Ley 28303 de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica, que formula el Plan Nacional (PNCTI) de largo plazo.
El reto central que se propone es poner la ciencia y la tecnología al servicio de los objetivos del desarrollo peruano.
Se considera un documento abierto y en constante construcción, en el marco legal nacional e internacional. Sostiene que el Plan es transversal a los ámbitos social, económico, político, cultural y ambiental en el Perú. Se vincula con el proceso de planificación nacional y regional, a cargo del CEPLAN y los gobiernos regionales.
El marco político de este Plan está en el Acuerdo Nacional (Acuerdo 20), la ley marco del CTI, el proceso de descentralización, el plan nacional de competitividad y los planes de los gobierno regionales.
Contexto internacional
El proceso de globalización de la economía y el comercio internacionales tienen profundas implicancias en la ciencia y la tecnología, la cultura y el medio ambiente. La generación y el uso intensivo de la información y el conocimiento son determinantes en este proceso.
La actividad económica mundial se caracteriza por una creciente y acelerada incorporación del conocimiento en la producción de bienes y servicios, trasladando valor hacia sus componentes intangibles donde radica crecientemente la productividad y la competitividad de los países. Las economías nacionales ganarán dinamismo sólo en la medida en que consoliden sus sistemas de innovación. En el Perú como en la mayoría de países de América Latina, este proceso es todavía muy lento.
En esta interrelación entre conocimiento y economía, las empresas transnacionales han alcanzado preponderancia por su alta capacidad de innovación y por la estructuración de redes de producción y comercio mundiales. Su caudal de inversiones es gravitante en las economías de nuestros países, pero existe el riesgo de que continúen invirtiendo sin fortalecer los sistemas nacionales de innovación. En América Latina algunos países realizan alianzas ventajosas con empresas transnacionales con el fin de lograr un mejor posicionamiento en los mercados de mediana y alta tecnología.
Pero la globalización también implica el riesgo de acentuar las brechas económicas y sociales entre países y en el interior de ellos. Los países que tienen mayores posibilidades son los que han decidido desarrollar su ciencia y tecnología para asegurar el crecimiento económico y el bienestar social.
Contexto nacional CTI y economía
Entre el 2002 y el 2005, en el Perú se ha producido una mejora en los principales indicadores macroeconómicos, sin que la mayor parte de la población se vea favorecida en su situación económica.
Esto es porque la estructura productiva peruana no ha desarrollado lo suficiente ni está en condiciones de satisfacer la creciente demanda de empleo, ni requiere que los trabajadores tengan capacidades técnicas avanzadas. De allí las bajas remuneraciones y la precariedad de las condiciones laborales.
La heterogeneidad tecnológica y una débil articulación caracterizan al aparato productivo. Aunque existen algunas empresas con elevada productividad, la mayoría son poco eficientes y con reducida capacidad de innovación para aprovechar las ventajas del cambio tecnológico y las oportunidades del comercio global, por su baja competitividad.
CTI, sociedad y cultura
En el 2005 el Perú tiene 28 millones de habitantes, de los cuales el 72 por ciento reside en áreas urbanas y el 28 por ciento en áreas rurales. Esta población está fuertemente centralizada en Lima donde habita el 32 por ciento de la población y se produce el 45 por ciento del PBI.
La pobreza afecta a 14 millones de personas, de las cuales 6 millones vive en extrema pobreza. Hay severas desigualdades. El 20 por ciento más rico de la población obtuvo el 48 por ciento del ingreso nacional, mientras que el 20 por ciento más pobre sólo tuvo el 6 por ciento del ingreso.
Esta población pobre no tiene acceso a los beneficios del progreso científico y tecnológico para satisfacer sus necesidades de alimentación, salud y educación; tampoco de recreación y comunicación.
La educación básica se encuentra en los niveles más bajos de Latinoamérica. El saber tradicional, compatible con el conocimiento moderno, ha mantenido su vigencia e integración con la realidad local, pero las tecnologías tradicionales están siendo revaloradas en el de los enfoques multiculturales y se encuentran amenazadas de perderse o debilitarse por insuficientes mecanismos de protección de la propiedad intelectual colectiva de las comunidades nativas.
La CTI nacional
En el año 2005 el Perú ocupa la posición 75 en la Medición Internacional del Índice Tecnológico (realizada por el Foro Económico Mundial) habiendo descendido cuatro posiciones respecto al 2004.
Según un estudio de Indecopi, la balanza internacional del conocimiento en el 2004 fue deficitaria para el Perú en 427 millones de dólares por concepto de intercambio de bienes con mediano y alto contenido tecnológico. Y de 539 millones de dólares por concepto de servicios intensivos en tecnología, lo que revela que una parte significativa de la demanda nacional financia el desarrollo del conocimiento de otros países.
Institucionalidad
Concluida la discusión del Acuerdo Nacional el año 2002, el Concytec ha reunido y elaborado la información necesaria, los conceptos fundamentales para formular el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (PNCTI). Desde el 2004, según la Ley 28303 fue creado el Sistema Nacional de CTI (SINACYT), que debe incorporar progresivamente a las instituciones públicas y privadas del país, mediante programas de CTI con proyecciones de corto, mediano y largo plazo. La formación de redes e instancias regionales es aún débil, debido al incipiente grado de regionalización y vinculación entre instituciones de CTI, así como por su escaso financiamiento estatal y privado. La mayor parte de las capacidades de Investigación y Desarrollo (ID) se encuentra en Lima.
La actual inversión en ID en el Perú sólo alcanza el 0.1 por ciento del PBI, menos de la tercera parte del que fue en 1975. Con esto el Perú ocupa uno de los últimos lugares en América Latina. De esta inversión el Estado financia el 55 por ciento, del cual las tres quintas partes se concentran en Lima y Callao.
Estimados al 2005 indican que la inversión en ID nacional se habría elevado a US$ 64. 6 millones y la participación de las universidades se habría incrementado a 48.5 por ciento y la de las instituciones públicas no universitarias se habría reducido a 28 por ciento, mientras que las ONGs y los centros privados de formación técnica cubrirían el 12.4 por ciento y las empresas el 10.7 por ciento del total.
Capacidades humanas
De acuerdo con publicaciones científicas internacionales indexadas, un número no mayor de mil son los investigadores peruanos activos y calificados internacionalmente, con títulos de doctor en todos los campos de la ciencia y tecnología, tanto en el país como en el extranjero. Un 40 por ciento de ellos trabaja en el exterior y muchos lideran investigaciones en países desarrollados.
Sin embargo, el conjunto de recursos humanos en ciencia y tecnología integrado por todos los profesionales y técnicos de ciencias naturales y exactas e ingeniería y tecnología, independientemente de la actividad que realizan, asciende a 119 407 profesionales universitarios titulados y 117 003 técnicos de formación superior no universitaria, que en conjunto corresponden al 24 por ciento del total de los recursos humanos nacionales con formación superior.
En las universidades peruanas se ofrecen 541 programas de maestría y 55 de doctorado, de los cuales el 32.34 por ciento y 16.36 por ciento, respectivamente, corresponden a especialidades de ciencia y tecnología. De estos postgrados son muy pocos los que tienen calidad académica internacional. Muestra de ello es que sólo un 10 por ciento de sus estudiantes logra sustentar una tesis de grado. Sólo existe un programa universitario que forma especialistas en gestión de la ciencia y tecnología.
Infraestructura
En el año 2002 el Perú disponía de 1 232 laboratorios, 384 bibliotecas, 41 plantas piloto y 100 estaciones experimentales para actividades científico tecnológicas en universidades e institutos superiores. Con algunas importantes excepciones, la mayoría no cuenta con instalaciones completas (aire comprimido, alta tensión, generación de vacío, gas, nitrógeno líquido), para experimentación y pruebas.
El marco legal para el desarrollo de la infraestructura de laboratorios y talleres para la ciencia y tecnología es aún insuficiente para favorecer las donaciones y compras de equipamiento importado.
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