viernes, setiembre 02, 2005

Marco Martos asumió presidencia de la Academia: La lengua en su noche

El pasado miércoles 31 de agosto, el poeta y académico Marco Martos, asumió la presidencia de la Academia Peruana de la Lengua. La ceremonia se realizó en la casa-museo de don Ricardo Palma, en Miraflores, que resultó pequeña para dar cabida a los asistentes, muchos de los cuales debieron permanecer de pie durante el breve y austero acto.



De entrada sorprendió a muchos la puntualidad para dar comienzo a la cita. Convocaron a las 6:30 de la tarde para empezar a las 7:00 de la noche y así fue, efectivamente. A la hora en punto el doctor Alberto Varillas inició la lectura del discurso de don Luis Jaime Cisneros, el presidente saliente.



El maestro recordó la coincidencia de la fecha con los 400 años de la primera publicación del Quijote, y acto seguido expresó su preocupación por el decaimiento de la lectura. Suponemos que estaba pensando en libros, porque Internet registra cada vez más visitantes-lectores, aunque, claro está, muy pocos en la búsqueda de poesía o historia.

Se refirió a Marco Martos como su buen alumno de ayer y nos recordó que el lenguaje, “bien empleado”, asegura el entendimiento de los hombres y favorece a la justicia. Queremos creerle, en tiempos en que el fundamentalismo liberal, con el respaldo de la fuerza, pretenden imponerle al Perú y al mundo sus onerosos y mezquinos intereses.



Don Luis Jaime advirtió a los asistentes y en particular a quienes asumían responsabilidades esa noche, que de allí en adelante el trabajo de conducir los destinos de la Academia será “una vigilia compartida”. No lo olviden.

Martos descentralizador

Dos anuncios novedosos hizo Marco Martos, el flamante presidente. Acercar la Academia a los distintos lugares del Perú, tarea que comenzará con Trujillo, Piura y Moquegua, para continuar después con Arequipa, Cusco y Tacna. ¿Por qué primero esas ciudades y en ese orden?. Intentaremos informarles próximamente.

La otra noticia de interés fue el próximo lanzamiento de una página web para poner a la Academia Peruana en el ciberespacio, como hoy están sus homólogas de España, Puerto Rico, México y Chile, entre otros países hispano hablantes. Esta iniciativa fue por demás sugerente, por sus insospechadas proyecciones para la cultura peruana.



Una buena página web de la APL atraerá estudiosos de la lengua, historiadores, académicos interesados en el Perú, tanto como curiosos que no faltarán y posiblemente muchos turistas, dependiendo de los atractivos que incorpore.



Amigos de la academia

En la mesa Luis Jaime Cisneros, Alberto Varillas, Marco Martos, Biagio D´Angelo y Carlos Eduardo Zavaleta. Entre los invitados Martha Hildebrandt, Salomón Lerner, Fernando de Szyslo, Carlos Germán Belli, Estuardo Núñez, Edgardo Rivera Martínez, Rodolfo Cerrón Palomino, Jorge Puccinelli, Juan Portocarrero, Fernando Quevedo, Alejandro Reyes Flores, Carlos Parra Morzán, Antonio Gálvez Ronceros, Manuel Pantigoso, César Silva Santisteban, Leopoldo Chariarse, Manuel Jesús Orbegozo, Eduardo Escribens, Luis Delboy, Lorenzo Osores, Nilo Espinoza, Fernando Vidal, Leo Castillo, el equipo de prensa de San Marcos Semanal, entre otros.



Peruanismos
Una agencia de turismo española advierte a sus viajeros acerca de las “formas de hablar en Perú”. Algo que tendrán en cuenta nuestros académicos, para difundir en viceversa otras modalidades del idioma allende los mares.
Dice así: La segunda persona del plural no se usa nunca (jamás diga vosotros) se cambia por la tercera persona (ustedes).

Todo es más pequeño
Los peruanos acaban muchas palabras en “ito” o “ita”. Hasta lueguito, ganarse alguito, vea usted amiguita y así hasta el infinito.

Algunas expresiones
Ya fue, para referirse a alguien que murió, literalmente, o a quien de pronto perdió vigencia en su especialidad. Un político “ya fue” cuando cayó en descrédito y su reelección es considerada imposible.

Pegarse una bomba, equivalente a estar ebrio hasta perder la conciencia.
Lorchos, disimulado y despectivo revés de cholos, personas cobrizas, de etnias indígenas.