Ley de certificación empeora la educación
La Ley del Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa, que acaba de ser publicada en el diario oficial El Peruano, más que una solución para la educación peruana, será un instrumento que traerá más problemas de los que ya existen.
Así lo calificaron los integrantes de la Oficina Central de Calidad Académica y Acreditación (OCCAA), tras revisar de manera detenida la mencionada ley que si bien tienen la firma del presidente del Congreso, Marcial Ayaipoma, no tienen la rúbrica del Presidente de la República.
“Si uno la revisa puede deducir que lo único que prima es el sentido económico. Así de simple. La educación es vista como un negocio. Pues permitirá la conformación de asociaciones privadas o agencias acreditadoras que ni si quieran sepan qué es un sistema universitario”, comentó el jefe de la OCCAA, Renato Benazic Tomé.
Para tener una idea del “negocio” que resulta la creación de una agencia, Benazic dijo: “Cada una de ellas cobrará un promedio de cinco mil dólares para entregar una certificación a una sola escuela profesional. ¿Y en el Perú cuántas escuelas tenemos? Miles...Es un negocio redondo”.
Entonces, a decir del coordinador general de la OCCAA, Carlos Garcia-Bedoya Maguiña, esta ley permitirá la proliferación de agencias “para todos los gustos” cuyo trabajo será rutinario y menos exigentes.
Esta ley, además, no hecho caso a las recomendaciones presentadas por el Ministerio de Educación y más bien insiste en crear tres organismos para tratar el tema de la acreditación y calidad educativa. Ellos son: educación básica (IPEBA), educación superior no universitaria (CONEACES) y educación superior universitaria (CONEAU).
“Desde nuestro punto de vista no está bien tal separación, pues si bien es cierto que existe una afinidad entre la educación básica y la superior; sin embargo que todos aparezcan en una misma ley va a crear distorsiones. No ha debido mezclarse”, remarcó Renato Benazic.
Qué hacer
El responsable del área de investigación de la OCCAA, Hugo Sanchez Diaz, recomendó: “Habría que estar atento a la elaboración de la reglamentación de esta ley en la que San Marcos debería participar”.
Para eso es necesario que “nuestra universidad integre el órgano de dirección del CONEAU, porque aquí iniciamos el proceso de autoevaluación antes que las demás casas de estudios nacionales”, sostuvo Renato Benazic.
Palabra de congresista
Mercedes Cabanillas, aprista coautora del proyecto, declaró en RPP: “Esta ley permitirá iniciar responsablemente los procesos de autoevaluación en todas las universidades públicas y privadas. Y a partir de esos resultados aplicar los correctivos que nos lleven a la calidad educativa.
Los resultados de estas evaluaciones deben ser obligatoriamente difundidos para que el país y los padres de familia sepan en qué nivel está cada institución".
"Se medirá el equipamiento, si hay laboratorios y si tiene el personal docente idóneo y capacitado. Deberá ser un ente autónomo. Este organismo honra al Congreso, es lo que faltaba para avanzar y contrarrestar a fondo los graves problemas educativos del país". (Sandro Medina Tovar)
Así lo calificaron los integrantes de la Oficina Central de Calidad Académica y Acreditación (OCCAA), tras revisar de manera detenida la mencionada ley que si bien tienen la firma del presidente del Congreso, Marcial Ayaipoma, no tienen la rúbrica del Presidente de la República.
“Si uno la revisa puede deducir que lo único que prima es el sentido económico. Así de simple. La educación es vista como un negocio. Pues permitirá la conformación de asociaciones privadas o agencias acreditadoras que ni si quieran sepan qué es un sistema universitario”, comentó el jefe de la OCCAA, Renato Benazic Tomé.
Para tener una idea del “negocio” que resulta la creación de una agencia, Benazic dijo: “Cada una de ellas cobrará un promedio de cinco mil dólares para entregar una certificación a una sola escuela profesional. ¿Y en el Perú cuántas escuelas tenemos? Miles...Es un negocio redondo”.
Entonces, a decir del coordinador general de la OCCAA, Carlos Garcia-Bedoya Maguiña, esta ley permitirá la proliferación de agencias “para todos los gustos” cuyo trabajo será rutinario y menos exigentes.
Esta ley, además, no hecho caso a las recomendaciones presentadas por el Ministerio de Educación y más bien insiste en crear tres organismos para tratar el tema de la acreditación y calidad educativa. Ellos son: educación básica (IPEBA), educación superior no universitaria (CONEACES) y educación superior universitaria (CONEAU).
“Desde nuestro punto de vista no está bien tal separación, pues si bien es cierto que existe una afinidad entre la educación básica y la superior; sin embargo que todos aparezcan en una misma ley va a crear distorsiones. No ha debido mezclarse”, remarcó Renato Benazic.
Qué hacer
El responsable del área de investigación de la OCCAA, Hugo Sanchez Diaz, recomendó: “Habría que estar atento a la elaboración de la reglamentación de esta ley en la que San Marcos debería participar”.
Para eso es necesario que “nuestra universidad integre el órgano de dirección del CONEAU, porque aquí iniciamos el proceso de autoevaluación antes que las demás casas de estudios nacionales”, sostuvo Renato Benazic.
Palabra de congresista
Mercedes Cabanillas, aprista coautora del proyecto, declaró en RPP: “Esta ley permitirá iniciar responsablemente los procesos de autoevaluación en todas las universidades públicas y privadas. Y a partir de esos resultados aplicar los correctivos que nos lleven a la calidad educativa.
Los resultados de estas evaluaciones deben ser obligatoriamente difundidos para que el país y los padres de familia sepan en qué nivel está cada institución".
"Se medirá el equipamiento, si hay laboratorios y si tiene el personal docente idóneo y capacitado. Deberá ser un ente autónomo. Este organismo honra al Congreso, es lo que faltaba para avanzar y contrarrestar a fondo los graves problemas educativos del país". (Sandro Medina Tovar)
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